domingo, 23 de agosto de 2015

RESUMEN C@UCE nº 39

Adjuntamos resumen del último número del Boletín del Área Social del Departamento de Pastoral Penitenciaria (CEPS). Como siempre se puede acceder a todo el contenido completo en el siguiente enlace: 
http://www.agapepenitenciaria.org/?page_id=582 




En esta ocasión se presentan las XVII Jornadas Nacionales del Área Social de Pastoral Penitenciaria que tuvieron lugar en junio de 2015.

Con el sugestivo título Claves de Intervención en Prisión centrada en la Persona (enfoque psicosocial, jurídico y sanitario) se abordaron los contenidos y metodología del trabajo centrado en la persona como ser integral, teniendo como punto de partida la dignidad inalienable de la persona, “hijas de Dios, creadas a su imagen y semejanza” (Gn.1, 26).



Carmen Martínez de Toda, coordinadora del Área Social de Pastoral Penitenciaria, completa su presentación con un power point sobre la "Dimensión Social de Pastoral Penitenciaria", que nos refresca los objetivos, contenidos, acciones e inquietudes.


jueves, 13 de agosto de 2015

CARLOS SORIA VISITA LA CÁRCEL DE BRIEVA

El miércoles, 12 de agosto de 2015, el veterano montañero Carlos Soria ha impartido una charla en el Centro Penitenciario de Brieva a un grupo de unas treinta internas sobre el alpinismo tras cumplir los 70 años. La charla ha sido organizada por la Pastoral Penitenciaria de la diócesis de Ávila, en colaboración con el propio centro. 

Tras toda una vida dedicado a la montaña Soria se ha dado a conocer en todo el mundo por los objetivos que está consiguiendo a una edad en la que la mayor parte de alpinistas están ya retirados. Dos ejemplos son las ascensiones al K-2 (8.611 metros) con 65 años o la más reciente al Makalu (8.463). Soria utilizó oxígeno el día de la cima y subió con sus compañeros. Estos son dos ejemplos de su actividad que supuso una revolución sobre la forma de pensar sobre el himalayismo que hasta ahora se asociaba a personas jóvenes y en plenitud de forma física. También por encontrarse en Nepal en el momento del terremoto que asoló gran parte del país recientemente. 




(En la foto, Carlos Soria con su gran amigo, José Luis San Juan, sacerdote diocesano abulense, y otros voluntarios)

Su charla llevaba por título «Alpinismo después de los 70». Su cercanía y sencillez personal además del aspecto humano de sus aventuras hacen de él un ejemplo para las nuevas generaciones y para las propias internas del centro penitenciario, que han disfrutado de la charla y de las fotografías, vídeos y anécdotas de Soria. 

Carlos Soria recordó a las internas la importancia de descubrir lo que queremos hacer en nuestra vida y luchar hasta conseguirlo, mediante el esfuerzo y sin perder las ganas e ilusión. Animó a las internas a disfrutar de la vida y a perseguir sus sueños; a la vez que las alentó a no tirar la toalla por la edad, como él mismo ha demostrado a los 76 años. No hay edad mala para lograr lo que te propones, las excusas no sirven cuando se trata de conseguir tus metas. En ese sentido, apuntó que el 11 de octubre de 2015 partiría de nuevo para lograr una nueva cima en el extranjero. Las internas le despidieron con un sonoro y sincero aplauso, alabando su trabajo y su positividad al transmitir su vida.

VARIAS INTERNAS DE SECCIÓN ABIERTA PARTICIPAN COMO VOLUNTARIAS EN EL #EEJ2015

Del 5 al 9 de agosto, dos internas del Centro Penitenciario de Brieva, que se encuentran actualmente en sección abierta han participado como voluntarias en el Encuentro Europeo de Jóvenes organizado por la Conferencia Episcopal Española en la colaboración con la diócesis de Ávila. 




Sus tareas han consistido en acoger peregrinos en los lugares de alojamiento, tareas de limpieza y mantenimiento de orden; y preparación y reparto de comidas. 



Sin duda, su desempeño ha resultado muy beneficioso para la organización el evento y para las personas con las que han compartido tareas. Así mismo, han podido disfrutar de la convivencia con el resto de voluntarios y la experiencia de acoger a casi 6000 jóvenes que han llenado la ciudad de ilusión y alegría. 



Desde aquí, nuestro sincero agradecimiento por colaborar gratuitamente con la diócesis de Ávila en este acontecimiento tan importante para nuestra ciudad. Esperemos que la experiencia se pueda repetir en otras ocasiones para seguir ofreciendo oportunidades de inclusión y cooperación.


AGENTES DE PASTORAL PENITENCIARIA DE PERÚ VISITAN BRIEVA

El pasado lunes, 3 de agosto de 2015, tres agentes de Pastoral Penitenciaria de la diócesis del Callao en Lima, Perú, visitaron el Centro Penitenciario de Brieva para conocer las instalaciones y mantener una charla con las internas del centro.

Las tres agentes, con su responsable a la cabeza, la hermana española Mercedes López "Meche", pudieron dialogar con un grupo de internas en la biblioteca del centro. Las otras dos integrantes de la pastoral son: María Jesús Barbadillo, educadora social; y María Esther Aguilar, maestra jubilada, ambas peruanas. 



Al estilo de una mesa redonda las tres nos contaron su ser y hacer en la Pastoral Penitenciaria de la diócesis del Callao, que ellas prefieren llamar "Pastoral de la Esperanza", por lo que pretenden aportar a cada persona que atienden. 

Fue un regalo poder escuchar su testimonio. Las internas quedaron muy sorprendidas de las tareas que allá realizan. Esperamos poder construir puentes de colaboración con nuestros hermanos encarcelados de Perú. A continuación resumimos la charla: 

Corría el año de 1981 cuando Monseñor Durand invitó a la hermana Mercedes López a trabajar en la labor social en el Callao. Ahora casi 34 años después la vida carcelaria en el Callao cambió para siempre.
La Pastoral de la Esperanza (Penitenciaria) está compuesta por 28 voluntarios, unidos por una misma vocación de servicio para ayudar a los reos del Penal “Sarita Colonia” del Callao y el Penal de “Piedras Gordas II” en Ancón.



Los voluntarios provienen de los diferentes movimientos parroquiales de Lima y Callao como la Renovación Carismática, la Legión de María, Juan XXII, Familia Trinitaria, Religiosas Franciscanas, Camino Neocatecumenal, Misiones de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, Congregación de las Siervas de San José y Comunidad de la Bienaventuranzas.

Actualmente se cuenta con un Plan de formación anual para los voluntarios pastorales, a través de cursos, seminarios, retiros y las reuniones mensuales de evaluación y programación de las actividades.
Por otro lado, lo más importante es enseñarles a los presos que Dios no abandona. Por ello, desde el año 98 se construyó la Capilla donde se realizan las celebraciones eucarísticas cada viernes. Además, durante todo el año se llevan a cabo las fiestas religiosas, en especial, la Semana Santa.

Los internos, por su parte no olvidan a sus santos, por ello le realizan homenajes a la Virgen del Carmen, el Señor del Mar, el Señor de los Milagros y a la Virgen de Guadalupe.

Otros aspectos a tener en cuenta son las actividades que promueven la interacción entre los presos como concursos, actividades culturales y deportivas. Dentro de esas actividades están incluidas la celebración del Día del Padre, Navidad, etc.



Todo lo escrito líneas arriba se refiere al trabajo social de la Pastoral de la Esperanza en el Penal “Sarita Colonia”, pero aquella va más allá. Desde hace tres años, un grupo de voluntarios prestan sus servicios en el penal Ancón II apoyando al modulo IV de internos extranjeros, dos veces al mes en la formación espiritual y apoyo social.

La Pastoral no solo vela por los presos en su estancia en la cárcel. Cuando un reo extranjero sale y no sabe qué hacer, tiene la oportunidad de llegar a la Casa de Acogida, ésta alberga principalmente a extranjeros dada la situación especial en la que viven al no estar en su país y no contar con su familiar.
Para financiarse, la Pastoral de la Esperanza cuenta desde hace cinco años con dos kioscos en los colegios Jesús Maestro y Virgen la Esperanza.

Los presos si bien han cometido faltas muy graves, se merecen una oportunidad porque, como dice el Papa Francisco, “Todos somos iguales ante el Padre”. Esta oportunidad te da la Pastoral de la Esperanza.







TEXTO ÍNTEGRO DE LA VISITA DEL PAPA AL PENAL DE PALMASOLA, BOLIVIA



El viernes 10 de julio de 2015 el Papa Francisco visitó el Centro de Rehabilitación Santa Cruz-Palmasola, la cárcel más peligrosa de Bolivia, donde escuchó los testimonios de tres presos y dirigió un discurso en el que transmitió la cercanía de la Iglesia y los alentó a mirar el rostro crucificado de Jesús cuando se sientan desalentados. Además pidió a las autoridades penitenciarias "dejar una lógica de buenos y malos para pasar a una lógica centrada en ayudar a la persona". 

A continuación el texto completo. Las cursivas corresponden a las partes en que el Papa improvisó en su discurso:
Queridos hermanos y hermanas, buenos días:
No podía dejar Bolivia sin venir a verlos, sin dejar de compartir la fe y la esperanza que nace del amor entregado en la cruz. Gracias por recibirme.

En las palabras de Mons. Jesús Juárez (mientras no se me vuele la cabeza no hay problema) y en el testimonio de quienes han intervenido, he podido comprobar cómo el dolor no es capaz de apagar la esperanza en lo más profundo del corazón, y que la vida sigue brotando con fuerza en circunstancias adversas.



¿Quién está ante ustedes? Podrían preguntarse. Me gustaría responderles la pregunta con una certeza de mi vida, con una certeza que me ha marcado para siempre. El que está ante ustedes es un hombre perdonado. Un hombre que fue y es salvado de sus muchos pecados. Y así es como me presento. No tengo mucho más para darles u ofrecerles, pero lo que tengo y lo que amo, sí quiero dárselos, sí quiero compartirlo: es Jesús, Jesucristo, la misericordia del Padre que vino a mostrarnos, a hacer visible el amor que Dios tiene por nosotros. Por vos, por vos, por vos, por mí. Un amor activo, real. Un amor que tomó en serio la realidad de los suyos. Un amor que sana, perdona, levanta, cura. Un amor que se acerca y devuelve  dignidad. Una dignidad que la podemos perder de muchas maneras y formas. Pero Jesús es un empecinado de esto: dio su vida por esto, para  devolvernos la identidad perdida, para revestirnos con toda su fuerza de dignidad.
Me viene a la memoria, una experiencia que nos puede ayudar, Pedro y Pablo, discípulos de Jesús también estuvieron presos. También fueron privados de la libertad. En esta circunstancia hubo algo que los sostuvo, algo que nos los dejó caer en la desesperación, que no los dejó caer en la oscuridad que puede brotar del sin sentido. Fue la oración, fue orar. Oración personal y comunitaria. Ellos rezaron y por ellos rezaban. Dos movimientos, dos acciones que generan entre sí una red que sostiene la vida y la esperanza. Nos sostiene de la desesperanza y nos estimula a seguir caminando. Una red que va sosteniendo la vida, la de ustedes y la de sus familias. Tú hablabas de tu madre, La oración de las madres, la oración de las esposas, la oración de los hijos, eso es una red que va llevando adelante la vida.


Porque cuando Jesús entra en la vida, uno no queda detenido en su pasado sino que comienza a mirar el presente de otra manera, con otra esperanza. Uno comienza a mirar con otros ojos su propia persona, su propia realidad. No queda anclado en lo que sucedió, sino que es capaz de llorar y encontrar ahí la fuerza para volver a empezar. Y si en algún momentos estamos tristes, mal, bajoneados, los invito a mirar el rostro de Jesús crucificado.

En su mirada, todos podemos encontrar espacio. Todos podemos poner junto a Él nuestras heridas, nuestros dolores, así como también nuestros pecados, tantas cosas en las que nos podemos haber equivocado. En sus llagas, encuentran lugar nuestras llagas. Para ser curadas, lavadas, transformadas, resucitadas. El murió por vos, por mí, para darnos su mano y levantarnos. Charlen, charlen  con los curas que vienen, charlen. con las hermanas que vienen, charlen con los que vienen a hablarles de Jesús... Jesús quiere levantarnos siempre.


Esta certeza nos moviliza a trabajar por nuestra dignidad. Reclusión no es lo mismo que exclusión, que quede claro, porque la reclusión forma parte de un proceso de reinserción en la sociedad. Son muchos los elementos que juegan en su contra en este lugar –lo sé bien– y vos mencionaste con mucha claridad: el hacinamiento, la lentitud de la justicia, la falta de terapias ocupacionales y de políticas de rehabilitación, la violencia, la carencia de facilidades  estudios universitarios, lo cual hace necesaria una rápida y eficaz alianza interinstitucional para encontrar respuestas.
Sin embargo, mientras se lucha por eso no podemos dar todo por perdido. Hay cosas que hoy ya podemos hacer.

Aquí, en este Centro de Rehabilitación, la convivencia depende en parte de ustedes. El sufrimiento y la privación pueden volver nuestro corazón egoísta y dar lugar a enfrentamientos, pero también tenemos la capacidad de convertirlo en ocasión de auténtica fraternidad. Ayúdense entre ustedes. No tengan miedo a ayudarse entre ustedes. El demonio busca la pelea, busca la rivalidad, la división, los bandos, no le hagan el juego. Luchen por salir adelante unidos.

Me gustaría pedirles que lleven mi saludo a sus familias, algunos están aquí. ¡Es tan importante su presencia y su ayuda! Los abuelos, el padre, la madre, los hermanos, la pareja, los hijos. Nos recuerdan que merece la pena vivir y luchar por un mundo mejor.

Por último, una palabra de aliento a todos los que trabajan en este Centro: a sus dirigentes, a los agentes de la Policía penitenciaria, a todo el personal. Ustedes cumplen un servicio público y fundamental. Tienen una importante tarea en este proceso de reinserción. Tarea de levantar y no rebajar; de dignificar y no humillar; de animar y no afligir. Este proceso que pide dejar una lógica de buenos y malos para pasar a una lógica centrada en ayudar a la persona. Y esta lógica de ayudar a las personas los va a salvar a ustedes de todo tipo de corrupción y mejorará las condiciones para todos. Ya que un proceso así vivido nos dignifica, anima y nos levanta a todos.

Antes de darles la bendición me gustaría que rezáramos un rato en silencio, en silencio cada uno desde su corazón  Cada uno como sepa hacerlo.

Por favor, les pido que sigan rezando por mí, porque yo también tengo mis errores y debo hacer penitencia. Muchas gracias. Y Que Dios nuestro Padre mire nuestro corazón, que Dios nuestro Padre que nos quiere nos de su fuerza. Su paciencia, su ternura de Padre, nos bendiga, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.   Y no se olviden de rezar por mí. 


(Mensaje del Papa en la cárcel, 13 minutos)
www.youtube.com/watch?v=5k6jgq1OHAI