La hermana abadesa, María Teresa
(Maite), y la hermana Beatriz participaron en las actividades que está organizando
dentro de la prisión la Pastoral Penitenciaria de la diócesis de Ávila en
colaboración con la dirección de Subtratamiento del centro.
HAY QUE ENCONTRARLE UN SENTIDO A LA RECLUSIÓN
Reflejamos aquí algunos de los
fragmentos del testimonio de la hermana Maite:
".- Venimos a veros porque
tenemos algo en común, la reclusión. Para nosotras es algo excepcional salir
del convento; solemos salir solo en ocasiones especiales, al hospital o
similar. Pero no salimos de paseo ni al cine …
.- Recuerdo mi vida, en donde se
hace fundamental la coherencia y el seguimiento de Jesús, con una serie de
valores que merecen la pena y al que hemos entregado la vida…
.- Soy natural de Sevilla, cuando
tenía 17 ó 18 años, al acabar la carrera, seguía sintiendo sed. Trabajaba,
tenía mis amigos, mi novio, colaboraba con algunas necesidades… pero me seguía
faltando algo. En esa fase vine a estar sola para encontrarme conmigo misa a
Ávila para ver qué hacía con mi vida. Tuve unos días de retiro. Pensaba que
cuando tuviese dinero iba a ser feliz, pero no lo era. Al terminar el retiro
volví a mi casa y aún no sabía qué hacer… Tenía, sin embargo, como un imán, una
alegría o felicidad interior que me recordaba aquel retiro. Decidí volver tres
o cuatro días más…
.- Uno elige, a veces
equivocadamente, pero normalmente elige porque cree que le van a aportar más
felicidad que la que tiene. Y así, decidí embarcarme en Ávila, llamada por
Dios. Me venía esa felicidad en donde Dios fuera el centro de mi vida. Ahí
llega la reclusión, me concentro en el ambiente que no me distrae, porque me
comprometo en nombre de la humanidad a darle gracias a Dios cada día porque
estamos vivos, porque sale el sol, porque la vida es preciosa, porque tenemos
la capacidad de volver a empezar… Y también comunitariamente me comprometo a
bendecir al Señor, a estar cerca de él. Él es el centro de mi vida. Desde ahí,
por amor, una es capaz de entregar su propia existencia.
.- Hay que encontrarle sentido a
la reclusión. La nuestra ha sido voluntaria, nuestra clausura es elegida al
contrario que la vuestra. Nosotras intentamos vivir con una serie de valores
muy determinados, que consigan que sea creíble vivir como hermanos, aunque
tropecemos. Somos de carne, pero tenemos capacidad de pedirnos perdón. No somos
un club de perfectas, los valores que Jesús nos ha mostrado nos merece la pena
vivirlos…
.- Llevamos una vida rutinaria:
sabemos lo que vamos a comer cada día, cada semana; a qué hora nos levantamos,
en qué momento tenemos un ratito de tiempo libre, etc. Para no perder el punto
de partida, como decía Santa Clara, queremos vivir desde los valores de Jesús
de Nazaret, como los que más realizan a la persona.
.- Uno encuentra un tesoro y lo
coge; a otro se le cae… Yo dejé el hospital porque me aportó más alegría y paz
interior. Al optar siempre renuncias a algo. Renuncié en este caso a ser
enfermera. Algo me sedujo, Jesús. Este es el tesoro que intentamos vivir:
encontrar a Dios en el corazón y en el hermano.
.- Nuestra vida es recluida,
monótona y… rica. Pero la hacemos rica nosotras… el tesoro está dentro de uno
mismo, no fuera. La fuerza está en cada uno de nosotros, es lo que os dará
fuerza para salir de aquí lo antes que podáis. Aprovechad el tiempo.
.- Concentradas en crecer,
madurar…
.- Rezando y encerrada me
encontré con el tesoro, con Dios…
.- A los seis meses decidí
dejarlo todo y seguir el tesoro…
.- Uno es capaz de hacer cosas
porque le merece la pena, porque la aporta algo…
.- El señor es centro de mi vida
y tratamos de vivir de modo sencillo y pobre. Nuestras habitaciones serán
probablemente similares: una cama, una mesita, un trocito de armario para la
ropa interior y un lavabo. Ahí transcurre gran parte de nuestra vida, después
también en la capilla, en el comedor, en la biblioteca… tenemos mucha
formación.
.- La formación es muy importante
para nuestro crecimiento personal, estudiamos psicología, pedagogía, etc.
.- Vivimos de nuestro trabajo,
manual. Nos gusta. Así mantenemos la mente concentrada. Antes hacíamos bolsos,
pero ahora somos reposteras. Nos gusta. En realidad, somos "temporeras",
unos días trabajamos mucho, otros muy poco. En Navidad, mucho; después menos.
Depende de las entregas que debamos hacer y las solicitudes que tengamos. Pero
nos gusta porque participamos de la suerte de tantos trabajadores, de la
precariedad, de la crisis, de la eventualidad, de la clase sencilla, de los
pocos derechos. Toca así, corremos la suerte de la mayoría. Estamos super contentas
con ello, la sencillez, valor esencial.
.- Rezamos… le pedimos al Señor.
Santa Clara nos decía que debíamos ser intercesores, pedir por los miembros más
vacilantes y débiles, para que Dios sea misericordioso con los que tienen más
problemas…. Rezamos por muchas personas. Ya nos lo dijo el Señor: "Pedid y
recibiréis". Como aquella mujer mayor que le pedía al Juez y éste al verse
importunado le respondió con justicia… ¡Cuánto más Dios!
.- Y pensaréis… "Ya, pero yo
ya le pido y no me lo concede…". Tampoco a mí, pero sigo pidiendo y
rezando. Tal vez me lo da de otro modo, de un modo que no entiendo. A veces
"la enfermedad" que me sobreviene me acaba dando vida; acabo
descubriendo valores, si quiero… A veces puede que necesite de esa enfermedad
para entender tantas cosas… Al final, lo que nos hace sufrir tiene su parte de
misterio e incomprensión. Pero Dios me ama y me cuida, y tiene misericordia, a
pesar de que a veces inicialmente lo que recibo no lo entiendo y cuando pasa el
tiempo, soy capaz de verlo. Hay que tener perspectiva.
.- Puede ser también que no lo
entienda nunca, pero aún así… confío.
.- A veces todo es un sinsentido,
pero ¿qué mayor sin sentido que entregar la vida en la cruz? Es la entrega más
absoluta jamás vista.
.- Está claro que siempre es más
fácil después de poner rostro, a partir de hoy os tendremos, si cabe, más
presentes en nuestra oración y en nuestra vida.
MOMENTO DE DIÁLOGO Y PREGUNTAS:
.- Llevo 28 años recluida
voluntariamente, ahora como superiora de la casa.
.- Los votos que asumimos son:
pobreza, castidad, obediencia y clausura; además de vivir según la regla de Santa
Clara, San Francisco y el Evangelio de Jesucristo.
.- Nuestra primera etapa: cuatro
años de formación (para discernir qué quiere Dios de nosotras), después votos
por tres años (de prueba) y si finalmente das el sí, voto para toda la vida. Si
alguna hermana quisiera dejarlo, tendría que pedir la dispensa al Papa
Francisco pues ha hecho un compromiso público, ante todos. No se pueden hacer
la cosas a lo loco. Ya veis el tiempo que nos tomamos, el tiempo de noviazgo
previo.
.- Mi día comienza con el rezo de
laúdes (oración en nombre de todo el mundo, en el momento del día que más
frescas y más libres estamos) a las 6,30 horas. Después, oración personal, la
lectura del Evangelio, meditación… esto supone una hora por la mañana y por la
tarde. Como veis, rezar no hace daño a nadie; no hace falta empezar por una
hora, pueden ser 10 minutos… A las 8,15 tenemos la misa; después sobre las 9,15
el desayuno; a las 10 vamos al trabajo manual: repostería, maquetación de
libros o calendarios litúrgicos, etc. Hay dos días que debemos estar en cocina;
dos en el fregado y dos de servir. Todo según Santa Clara, tratando de ser
"la sierva de las siervas; hermana y madre a la vez". Por la tarde,
tenemos un momento de descanso y de 16 a 19 horas nos dedicamos a la sacristía,
economía, biblioteca (tenemos la cronista que se encarga del archivo), la
formación, etc.
.- Somos diez hermanas
actualmente en el convento. Para entrar en el convento lo primero que hay que
pensar es si realmente Dios me llama a la vida contemplativa. Una vez que esto
se ve claro, hay que ver compromisos previos que no lo impidan. La madre de
Santa Clara entró al convento al quedarse viuda. Nunca se sabe… O está el ejemplo
del Hermano Rafael.
.- San Francisco provenía de una
familia rica. Se va a la guerra, quiere ser noble pero acaba en la cárcel. Le
saca su padre, por dinero, y él se siente mal. Y en ese proceso de
"búsqueda" se encuentra un día con un leproso. Por aquel entonces los
leprosos debían llevar una campana para hacerla sonar y avisar a la gente de su
presencia. Se da cuenta de que Jesús está en el leproso. El rostro del pobre es
el rostro de Jesús mismo. Dio un beso al leproso. Y después sigue rezando y
leyendo, fundamentalmente, el evangelio de San Mateo. Un día escucha al Señor
que le pide: "Francisco, repara mi Iglesia". Y él se pone a
reconstruir una iglesia; pero finalmente entiende que no se refiere a la
remodelación de una iglesia física; sino de servir a los pobres a través de la
Iglesia.
Santa Clara se queda impactada
con él, con ese "santo loco", con el "poverello". Intenta
vivir como él. Ella se escapa de casa en un domingo de ramos y se va con
Francisco: quiere vivir como él, pero Francisco piensa que lo mejor es que se consagre
a Dios y entre en un monasterio de benedictinas, que gozaba de privilegio de
asilo; así sus padres no podrían sacarla del convento.
Finalmente, Francisco repara la
Iglesia que había comenzado a reparar y manda allí a Clara, se le une gente y
comienzan a vivir a ejemplo de Francisco.
.- En el locutorio puedo tener
contacto con gente, o rezar con personas en la capilla; pero no salgo a
actividades de distracción o relax. A veces viene gente a por un bocadillo o a
charlar. Atendemos a todo el mundo. Allí tratamos de hacer ver que es posible
vivir como hermanos
.- Actualmente no contamos con rejas.
La reja es el símbolo de la ruptura, pero ya no tenemos. Se puede decidir si se
mantienen o no. Hay conventos que lo mantienen y otros que no. Nosotras tenemos
un pequeño bloque de piedra y una planta, que nos recuerda a nosotras que
queremos vivir concentradas, pero no separadas de ti. Mi actividad o tarea no
consiste en venir a la prisión, sino en dar testimonio de mi vida y rezar por
la humanidad y cada uno de vosotros.
.- Para mí nada hay más grande
que Dios. A él le entrego toda mi vida.
LA HERMANA BEATRIZ nos dijo:
"no estáis aquí por opción. Sin embargo, este tiempo os puede ayudar a la
salida, en el mundo de fuera, para vivir de otro modo, para ayudar a la
familia, etc.
Y termina el padre CHUCHI GALÁN
que nos dijo que la vida contemplativa venía a ser como adelantar el Reino de
Dios aquí en la tierra.
Algunas de las internas se
marcharon emocionadas y muy agradecidas por el testimonio y por su oración. En
el siguiente enlace se puede disponer de más información sobre las Clarisas de
Ávila: http://www.clarisasavila.org/
https://www.youtube.com/watch?v=ljcB-G_Gk0Q
(Entrevista a la madre abadesa, María Teresa, Maite)
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