Adaptado del Vía Crucis de la Misericordia elaborado
por “Obras Misionales Pontificias El Salvador”. Se ha extraído de la página web www.elsalvadormisionero.org, donde se puede consultar completo. En el
rezado en el Centro Penitenciario, se han suprimido la introducción, la oración
inicial, la estación decimoquinta y los textos bíblicos y las reflexiones del
Papa Francisco de cada estación.
ORACIÓN INICIAL
Padre
misericordioso, concédenos vivir este Santo Vía crucis con fervor, con alegría
y haz que nuestros corazones acojan tu Palabra llena de Amor para aprender de
ti a ser misericordiosos con los demás sean nuestros familiares, amigos,
compañero de trabajo, vecinos o sean conocidos o desconocidos.
María
Santísima, que acompañaste a Jesús en este camino, enséñanos a tener
sentimientos como los que tuviste en la Pasión de tu Hijo, para que aprendamos,
a través del dolor y de la cruz, la ciencia del amor de Dios. Te lo pedimos por
Cristo nuestro Señor. Amén
PRIMERA ESTACIÓN: “JESÚS ES
CONDENADO A MUERTE"
Obra de Misericordia a meditar:
Visitar a los encarcelados
V.
¡Te adoramos, Cristo, y te bendecimos!
TODOS.
Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jesús es enjuiciado y condenado a
muerte de manera injusta. Hoy nosotros seguimos haciendo juicio de las personas,
y también de nosotros mismos sin poder perdonarnos nuestros errores,
esclavizándonos a una vida de pecado y de muerte por no darle cavidad a la
misericordia de Dios. Este año jubilar es un momento para ser misericordiosos
con nosotros y con los que viven a nuestro alrededor, viviendo la experiencia
del perdón. Y de manera especial con los encarcelados, que si bien pueden haber
cometido errores en su vida, la misericordia de Dios es mayor para con ellos y
los perdona.
Oración: Señor Jesús, te
pedimos por todos los encarcelados en el mundo para que nos enseñes a ser
misericordiosos con ellos y reconocer sus necesidades de comprensión y amor.
Padre Nuestro
...
SEGUNDA ESTACIÓN:
“JESÚS CARGA LA CRUZ EN SUS HOMBROS”
Obra de Misericordia a meditar: Enseñar al que no
sabe
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
A ejemplo de Jesús cada día nosotros
estamos llamados a llevar nuestra cruz y seguirle en el amor y la misericordia
para con el prójimo. En la vida siempre debemos reconocernos que todos los días
hay algo nuevo que aprender, algo nuevo que Dios nos quiere enseñar por medio
de las personas y las situaciones que nos rodean, es importante cuestionarnos
¿Soy dócil a las enseñanzas de Dios? ¿Soy capaz de despojarme de mis creencias
y dejarme moldear por Dios? ¿Somos capaces de enseñar a los demás lo que he
aprendido? La invitación es que seamos discípulos enseñando a los demás, ayudándoles
a ser mejores personas e hijos de Dios.
Oración: Señor, crea en nosotros
un corazón que sepa llevar con generosidad la enseñanza de tu Amor a todos los
que nos rodean.
Padre Nuestro
...
TERCERA ESTACIÓN: “JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ”
Obra de Misericordia a meditar: Corregir al que se
equivoca
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
En la caída de Jesús con la cruz
reconocemos nuestras limitaciones y, sobre todo, nuestros errores; a cada
momento podemos cometer errores que nos tiran en tierra como a Jesús, los
errores dañan nuestra vida y la de las personas que nos rodean y nadie estamos
exentos de ello. Todos nos equivocamos y mis errores pueden ser la cruz de
otros; es, por ello, que debemos corregirnos unos a otros con paciencia y
alegría. La fe nos hace ser generosos a pesar de nuestras limitaciones, pues sólo
el que se siente limitado puede ayudar; desde nuestras limitaciones podemos
amar y sentirnos necesitados de los demás.
Oración: Oh Padre,
suscita en nosotros el deseo de ser verdaderos testigos y anunciadores del
Evangelio.
Padre Nuestro
...
CUARTA ESTACIÓN: “Jesús encuentra a María, su Madre”
Obra de Misericordia a meditar: Dar posada al
forastero
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
En el camino de la cruz Jesús estuvo
rodeado de muchas personas, la mayoría indiferentes, salvo su Madre. Y es que
todo puede fallar menos el amor de la madre. En el caminar de la vida hay
personas que pasan a nuestro lado y somos indiferentes ante ellas y su
realidad, como el forastero que deambula por la calle, los ancianos y niños que
no tienen donde refugiarse, los que carecen de un hogar que acoja con amor.
Nuestra actitud casi siempre es de desconfianza o de indiferencia, porque creemos
que no me corresponde hacerme cargo de ellos, olvidándonos que en esas personas
también esta Dios. Como cristianos debemos ser más misericordiosos y salir al
encuentro del necesitado.
Oración: Padre ayúdanos a
meditar la Palabra en nuestro corazón, como María, y podamos anunciar a todos los
hombres la experiencia que tenemos de Cristo.
Padre Nuestro
...
QUINTA ESTACIÓN: “SIMÓN CIRINEO AYUDA A JESÚS A
LLEVAR LA CRUZ”
Obra de Misericordia a meditar: Visitar al Enfermo
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Todos en la vida experimentamos
alguna enfermedad o vivimos con la enfermedad de algún familiar o amigo
cercano. La cruz de la enfermedad nos desanima y nos desespera, aunque la enfermedad,
ofrecida a Dios, puede ser redentora. La esperanza y la certeza de que siempre
habrá cirineos en nuestro camino debe ser fuerte. La cercanía y la ayuda al que
sufre, sobre todo en la enfermedad, es un signo de misericordia; que cada día
el ejemplo del Cireneo nos motive a ir siempre al encuentro del que sufre.
Oración: Padre de bondad,
te pedimos por todos los enfermos en el mundo entero para que encuentren
consuelo y esperanza acompañándote en el dolor de cruz, y danos a todos un
corazón lleno de actitudes cirineas.
Padre Nuestro
...
SEXTA ESTACIÓN:
“LA VERÓNICA ENJUGA EL ROSTRO DE JESÚS”
Obra de Misericordia a meditar: Dar de beber al
sediento
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Dios muestra su rostro en Jesús; y
especialmente en los rostros de quienes más sufren. Hoy muchos hombres sufren
de sed en el mundo. Dar de beber al sediento implica no solo que futuras generaciones
tengan agua para vivir, sino también saciar la sed espiritual; Y ésto, solo se
consigue dando de beber a Cristo, quien saciará la sed profunda que todos
tenemos de felicidad en nuestro corazón.
Oración: Jesucristo,
Señor nuestro, concédenos que todos los bautizados te encontremos y acojamos en
el rostro sufriente de nuestros hermanos que tienen sed física y espiritual.
Padre Nuestro
....
SÉPTIMA ESTACIÓN: “JESÚS CAE POR SEGUNDA VEZ”
Obra de Misericordia a meditar: Dar buen consejo al
que lo necesita
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
La segunda caída de Jesús con la
cruz, manifiesta el sufrimiento insistente al que está expuesto cada ser humano
y nos revela la solidaridad permanente, profunda y generosa de Jesús. Dar buen
consejo al que lo necesita es sobre todo una actitud del corazón; es querer
ayudar, consolar, estimular y fortalecer, buscando el auténtico bien de esa
persona. El consejo debe de nace del amor y del interés por el otro, y será
bien recibido y, al mismo tiempo, hará maravillas a la persona que busca una
ayuda. Dar consejo, sobre todo, implica ser capaces de dar y eso no siempre es
fácil. Aconsejar es echar mano de la sabiduría vivida, haciéndolo con humildad
y sencillez. Es ofrecer y compartir. Se trata de llevar a otros la certeza de
que Dios está presente.
Oración: Señor
Jesucristo, te pedimos por la Iglesia peregrina en el mundo, para que sepa
llevar el buen consejo al que lo necesita.
Padre Nuestro
...
OCTAVA ESTACIÓN:
“JESÚS CONSUELA A LAS MUJERES DE JERUSALÉN”
Obra de
Misericordia a meditar: Consolar al que esta triste
V. ¡Te adoramos, Cristo, y te
bendecimos!
TODOS. Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Ante
aquellas mujeres que se lamentan, Jesús no se siente solo al ver como comparten
su dolor. ¿Quiénes son los tristes y los que necesitan consuelo? Cada ser
humano tenemos luchas, dificultades y tristezas. Y es por ello que todo ser humano
tiene necesidad de consuelo. El cristiano debe llevar sus ganas de vivir y sus
esperanzas al alma atormentada por la tristeza, para elevarla a Dios e
infundirle nueva fortaleza para la lucha. Tiene misericordia la persona que a
la pasión le agrega compasión, que aproxima los corazones; y ésto lo hace
solamente Dios cuando nos acercamos al otro.
Oración: Señor Jesús te pedimos por
nuestros hermanos que sufren, para que no decaiga su fe en ti; y ayúdanos a
nosotros para ser tus instrumentos de amor, misericordia y consuelo.
Padre Nuestro ...
NOVENA ESTACIÓN:
“JESÚS CAE POR TERCERA VEZ”
Obra de
Misericordia a meditar: Sufrir con paciencia los defectos del otro
V. ¡Te adoramos, Cristo, y te
bendecimos!
TODOS. Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Jesús manifestó la grandeza de su amor venciendo el
poder del pecado y dejó claro que es el Dios de los que sufren. En las
relaciones humanas una de las cosas que más cuesta es soportar los defectos de
nuestros prójimos. Esta obra de misericordia nos invita a tener paciencia, la
virtud que nos ayuda a mirar a los demás con corazón amplio y, aun cuando
veamos sus defectos, poner el empeño para soportarlos con un corazón
misericordioso. Se trata de formar en nosotros un corazón compasivo que no se
indigna ante los defectos de los demás, sino que sabe soportar desde dentro y
aguantar, porque es consciente de que todos somos débiles y de que nadie es
perfecto.
Oración: Padre Celestial ponemos en tus
manos nuestro corazón, para que día a día aumente la paciencia y la caridad
para sobrellevar los defectos propios y los de los demás, creciendo en nosotros
un corazón portador de tu amor, a ejemplo de Cristo tu Hijo.
Padre Nuestro ...
DECIMA ESTACIÓN: “JESÚS ES DESPOJADO DE SUS
VESTIDURAS”
Obra de
Misericordia a meditar: vestir al desnudo
V. ¡Te adoramos, Cristo, y te
bendecimos!
TODOS. Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
Jesús despojado de sus vestidos y
desnudo es expuesto a la burla de los espectadores. Este despojo de Jesús es comunión
con los que estas desnudos. Hay miles de personas que no tienen ropa que
ponerse mientras que muchos de nosotros incluso renegamos por lo que tenemos.
Vestir al prójimo puede ser de múltiples maneras no solo con la ropa física,
sino también el ponerle la vestidura del honor, del respeto, de la protección.
Siempre estamos llamados a cubrir la desnudez del prójimo con el manto de la
caridad. Todos los bautizamos debemos reconocer y hacer propio el despojo de
Jesús en la cruz y dar desde nuestra realidad la vestimenta que el otro
necesita.
Oración: Jesucristo te
rogamos por todas las personas que sufren por la desnudez, el despojo de sus
cosas, para que aun en la necesidad física recuerden que te tienen a ti como
protector.
Padre Nuestro
...
UNDÉCIMA ESTACIÓN: “JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ”
Obra de Misericordia a meditar: Dar de comer al
hambriento
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
La crucifixión, señal del pecado de
los hombres, es el lugar donde se ha dado la más grande muestra de amor. Hoy el
mundo sigue matando a Cristo reflejado en los niños, adultos y ancianos que
diariamente mueren a causa de la pobreza y del hambre que en muchos lugares
persiste, y amenaza con acentuarse. El hambre causa todavía muchas víctimas
entre tantos Lázaros a los que no se les consiente sentarse a la mesa del rico
Epulón. Dar de comer a los hambrientos responde a las enseñanzas de nuestro
Señor Jesús sobre la solidaridad y el compartir.
Oración: Señor, te
pedimos que no seamos indiferentes frente al hambre del prójimo para que haya
menos cruces del hambre en el mundo.
Padre Nuestro
...
DUODÉCIMA ESTACIÓN: “JESÚS MUERE EN LA CRUZ”
Obra de Misericordia a meditar: Perdonar al que nos
ofende
V. ¡Te adoramos,
Cristo, y te bendecimos!
TODOS. Que por
tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Jesús quiso morir en la cruz por
perdonar nuestros pecados, por solidaridad, amor y dar sentido a la vida. Él
perdonó, algo que a nosotros no nos resulta fácil. Si miramos la cruz,
resonarán la enseñanzas de Jesucristo, Nuestro Señor. Él, antes de expirar,
implora perdón para sus verdugos. Él perdona todas nuestras culpas y cura todas
nuestras dolencias. Quien dice Yo perdono… pero no olvido, da a entender que en
su interior guarda rencores. Esa persona, en lugar de ser libre, encadena
voluntariamente su corazón en el pilar del odio. Si Dios, que es todo poderoso,
nos perdona todo ¿Quiénes somos nosotros para no perdonar al prójimo?
Oración: Señor
Jesucristo, haz que tengamos un amor tan grande como el tuyo, dispuestos a
entregar el perdón y la propia vida por los hermanos en el mundo entero.
Padre Nuestro ...
DECIMOTERCERA ESTACIÓN: “JESÚS ES BAJADO DE LA CRUZ”
Obra de
Misericordia a meditar: Orar por los vivos y los difuntos
V. ¡Te adoramos, Cristo, y te
bendecimos!
TODOS. Que por tu Santa Cruz
redimiste al mundo.
En
la muerte de Jesús está la simiente de la vida. La vida y la muerte son dos acontecimientos
que experimenta todo ser humano. Orar debe ser por amor, no rutinario. Cuando
oramos por alguien, ponemos en práctica el amarlo como a uno mismo. No oramos
para ablandar el corazón de Dios, sino para agrandar el nuestro. Orar es llenar
nuestro corazón de nombres. Orar por los demás te hace bien a ti mismo, porque
te ayuda a amar y te compromete para hacer realidad, en la medida de tus
fuerzas, aquello que pides.
Oración: Señor Jesús, te pedimos que nos
enseñes a orar y hacer realidad esta obra de misericordia rezando por todos,
vivos y muertos.
Padre Nuestro ...
DECIMOCUARTA ESTACIÓN: “JESÚS ES DEPOSITADO EN EL SANTO
SEPULCRO”
Obra de
Misericordia a meditar: Enterrar a los muertos
V. ¡Te adoramos, Cristo, y te
bendecimos!
TODOS. Que por tu Santa Cruz redimiste al
mundo.
La
tierra fue por un momento un inmenso tabernáculo que guardó el tesoro más
grande, al Hijo de Dios. Y a partir del depósito del cuerpo de Jesús en el
sepulcro ningún sepulcro es ya lugar de la muerte y desesperanza; en cada
sepulcro se nos recuerda que la muerte es una pérdida aparente; la muerte no es
el fin de la vida, sino el comienzo –aunque doloroso– de su plenitud. Los
cristianos vemos de otro modo la muerte porque percibimos de manera plena la
vida. La obra de sepultar a los difuntos es un evento que manifiesta el sentido
profundo de la muerte. A partir de la Resurrección la relación entre los
hombres y la muerte cambió. Quien cree en Cristo no tiene que temer a la muerte
porque aunque muera vivirá. Esa es la ganancia que nos ofrece la fe.
Oración: Oh buen Jesús, que durante toda
tu vida te compadeciste de los dolores ajenos, mira con misericordia las almas
de nuestros seres queridos difuntos, escucha la súplica que te hacemos, y por
tu misericordia concédeles gozar del eterno descanso en el seno de tu infinito
amor.
Padre Nuestro ...
ORACIÓN FINAL
Señor
Jesucristo, Tú que derramaste tu sangre para lavar los pecados de todos los
hombres, haz que ninguno de ellos quede sin recibir los beneficios de la
redención. Infunde en el corazón de todos los bautizados el deseo de propagar
la fe. Cultiva en el corazón de los jóvenes el sublime ideal de entregarse al
servicio del prójimo. Sostén el ánimo de aquellos que, abandonándolo todo,
cumplen tu mandato de ir por el mundo anunciando la Buena Nueva. Crea en
nosotros un corazón misericordioso. Amén.
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