Varios alumnos de Bachillerato del Colegio
Diocesano Asunción Nuestra Señora de Ávila han querido compartir sus
reflexiones y sentimientos después de escuchar el testimonio de vida de una
interna que disfrutaba de un permiso penitenciario.
A continuación se pueden leer en esta entrada. Desde
aquí nuestro agradecimiento por haberlos compartido. Seguro que pueden enriquecer
a mucha gente que desconoce el mundo de la cárcel.
Alejandra
López: "Esta mañana en clase
de francés hemos recibido una visita sorpresa maravillosa. Se trata de una
mujer de Brieva que nos ha dado testimonio de su vida. Al principio, no podía
parar de pensar en lo difícil que tenía que ser para ella el haber venido a
hablar a un montón de adolescentes de sus errores, de su condena y de su
perdón. Eso se ha borrado de mi mente cuando la he escuchado hablar. Hacía
mucho tiempo que nadie me transmitía tanta alegría en una situación tan
complicada, y a pesar de todos los obstáculos podía ver lo feliz que ella
estaba, y una pizca de dolor en alguna de las cosas que ha mencionado. Para mí,
el escucharle ha supuesto un ejemplo no sólo de superación sino de respeto. Una
mujer fuerte y valiente, a la que yo jamás podría juzgar por el pasado
conociendo su presente y sus ganas de futuro. Solo puedo darle las gracias por
habernos enseñado que la felicidad existe, y existe siempre".
María
Rodríguez: "Las veces que
nos hemos hundido y hemos creído morir. Son tantas las veces que hemos cometido
un error y no hemos sido capaces de reconocerlo, de afrontarlo, de hablarlo con
tanta fuerza como lo hizo ayer esta persona...
No podemos dejarnos vencer por una "metedura
de pata", debemos seguir con la cabeza alta y vivir, mirar hacia delante
aunque te hayan privado de la libertad, de pisar los adoquines de la calle y
nunca agachar la cabeza.
A cada golpe que te de la vida, devuélvele una
sonrisa porque detrás de las muchas puertas de metal que tengas que atravesar,
de celdas en las que te sientas encerrado... Siempre sale el sol".
Vega Angulo: "El otro día en clase recibimos una lección
muy diferente. Una lección de superación, de arrepentimiento y sobretodo de
esperanza. Es increíble cómo la forma de ser de las personas te hace ver que
hasta en la situación más oscura podemos encontrar luz. Personalmente, he
encontrado una gran fuerza de voluntad. Ponerse delante de un montón de gente,
dejarse ver sin máscara ni coraza, relatar la que fue una de las peores
decisiones de tu vida y dejarse juzgar. Arrepentimiento. Porque cuando te
arrepientes de lo que has hecho aprendes que los prejuicios de los demás no son
tan importantes como los tuyos propios. Superación. Superarse hasta llegar a
sentir que tu vida no es sólo una mala decisión, superarse para alcanzar la
cima que un dejamos. Esperanza. Esperanza en el futuro, en que podemos salir de
la peor de las situaciones, esperanza en que una mala decisión no es una mala
vida. De esta experiencia me llevo una lección de vida".
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